jueves, 27 de febrero de 2020

Tejiendo palabras.

A mi madre le debo, entre otras muchas cosas, mi pasión tejeril.

Siendo  niña, me enseñó los puntos básicos del ganchillo, también llamado crochet, barbilla....

Yo quería aprender, me gustaba mucho ese ejercicio de creación, pero por aquellos tiempos mi  paciencia ante tales menesteres era escasa, apenas conseguí  hacer alguna bufanda irregular, pero el deseo siempre estuvo ahí.

A pesar de estar años  sin coger una aguja, el recuerdo de lo poco aprendido estaba esperando a que llegara el momento y con la ayuda  del señor google, en mi madurez me volví una tejedora compulsiva.

Aprendí a hacer bufandas rectas, todo un logro, pero veía por internet unos muñecos hechos con esta técnica y me enamoré.
Si estás interesad@ puedes buscar "amigurumis" y podrás ver que maravillas se pueden hacer.

El caso es que ahora hago  muñecos y a pesar de lo laborioso, dicha actividad me aporta  mucha calma. Y la excusa  para no contestar a nada de lo que se me pregunte mientras estoy con tales menesteres. Si el marido o el hijo me reclaman con ¿dónde está loquesea? yo  pongo cara de "estoy contando puntos".
 Coartada perfecta para transitar por mis paraísos mentales sin interferencias.

Hace un par de años que se ha puesto de moda (todo vuelve) algo tan antiguo y mucha gente joven está por la labor, existiendo diferente tendencias como el "yarn  bombimg" estilo urbano que se expresa a través de decorar  calles, edificios, árboles, etc. con labores de ganchillo.
Para que te lo imagines es como grafiti  pero con lana y por supuesto se puede retirar en cualquier momento.
Yo lo propuse en mi municipio, pero como que no me hicieron caso, una pena porque me hubiera encantado.

Aquí tengo que acordarme de mi  amiga Pino, profesora, que entre otras modalidades  artesanales enseña crochet. Empezó decorando  con sus alumnas el centro donde trabaja, Universidad Popular de Guanarteme, siguió con la entrada y lo próximo será decorar un parque. Seguro que continuarán en otros lugares.
Pero lo  asombroso es que en vez de usar lana tejen con bolsas de plástico.
Reciclado y arte juntos 👏Y  aprender empezando con plástico debe ser bien difícil, bravo Pino!

La vuelta a estas actividades tejeriles se refleja en muchas películas actuales, donde suelen salir las mantas de cuadraditos -grannys- que hacían nuestras abuelas para aprovechar restos de hilo (yo como soy forofa las veo enseguida).

Aunque a mí lo que me "pone" es hacer cosas diferentes, el tema de las mantas de cuadrados o grannys me apasiona, llevan una gran inversión en tiempo y material, aunque se suelen  aprovechar los restos de lana que siempre vas guardando.
Normalmente si tienes como objetivo hacer una de esas  mantas tienes que comprar, pero el resultado es precioso. A pesar de que he hecho algunas aún conservo una que hizo mi madre hace muchísimos años, recuerdo que  siempre le decía que cuando me mudara me la llevaría. Y así fue, está viejita pero la guardo como el tesoro que es, que las manos de mi madre  están impresas en ella.

Tejer para mí es terapéutico, creativo, me ayuda a mantener la mente activa... y visitar una mercería es casi como entrar en una biblioteca, experiencia mística.

Lástima que los hombres no prueben, aunque alguno hay.

Tengo la suerte de contar con niños en la familia, así que regalo artesanía, uno de los proyectos que más me entusiasmó, a pesar de lo laborioso, fue hacer Blancanieves  con sus 7 enanitos. Los tiene Zoe, mi sobrina nieta.

Y en Navidad se llena la casa de papá noeles, arbolitos de navidad.... hasta el belén tengo de ganchillo; que trabajito me costó la mula, el buey y el camello, con tantas patas por hacer... aunque mi amiga Olga me gana, que tiene el belén completo con pastores , ovejas, el pozo de crochet, etc., etc., etc. (Olga te das cuenta de qué sales a menudo en este blog?)  😉

Y me despido con las siguientes palabras (en especial para mis amigas ganchilleras con las que comparto proyectos, trucos, ideas...):
"Mis manos escriben con lana, metros de colores se abrazan y dan vida.
Nos guían las energías de nuestras madres, abuelas, que a través de la necesidad transformaron materia prima en arte, teniendo la generosidad  y la paciencia de compartir sus enseñanzas a tantos dedos infantiles."

Y hasta aquí llegamos hoy,  te espero en la próxima entrada.

Pepa Fontes.















10 comentarios:

  1. Jjjj amiga recurrir al estoy contando puntos lo utilizamos yo creo q todas las ganchilleras y q fastidia cuando x decirlo pierdes la cuenta 😬 y a empezar de nuevo. Gracias x incluirme en tus relatos y gracias x esos buenos ratos q pasamos leyéndolos 😘

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    1. Pues me quedo más tranquila, no soy la única malvada,jjj.
      Gracias por pasarte Olga, besos

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    1. Ya me contaste que tuviste problemas para publicar comentario,no te preocupes que yo tan contenta de tu visita, besos

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  4. Pepi, eres una tejedora de primera. Me ha gustado mucho tu relato. Besos hermana

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    1. Se ve que me miras con buenos ojos, jjj, gracias como siempre por pasarte, besos

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  5. 👏🙋 Bien tejido y entrañable😍. Yo tb tengo una manta de cuadraditos, que guardo como un tesoro por lo mismo, fue tejida con mucho trabajo y cariño. 😘

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    1. Pues si, a ver si le buscamos un novio a la gata para que se vaya y puedas usar la manta, jjjj.
      Gracias por la visita Rosi, besos

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  6. Lo describiste bellamente... me sentí íntimamente identificada! Hermosa reflexión tejeril!

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