jueves, 1 de julio de 2021

El ladrón de emociones. Capítulo III.

 Mi cabeza iba a mil revoluciones, se me mezclaban los personajes del proyecto de novela que me traía entre manos, con los nuevos que venían pisando fuerte. No sabía por donde tirar.
Así andaba cuando recibí la llamada de Rosi, mi editora. Cada cierto tiempo me contactaba para ver como evolucionaba mi nuevo trabajo y no la quise engañar, le dije que no me terminaba de decidir, que sentía la necesidad de escribir sobre personajes que no casaban con lo que ya tenía.
Por la fama que tienen los editores me esperé un tirón de orejas, que me apremiara, qué se yo...., pero para mi sorpresa me dijo que no me agobiara. Que me dejara guiar por mi instinto de escritor, y que si no me sentía cómodo con lo que ya tenía, lo olvidara y empezara de nuevo.
Pero no era fácil, tirar por la borda el trabajo hecho me suponía una derrota, como abortar algo que esperas con ilusión. Decidí no escribir ese día, necesitaba enfriar la cabeza, el mundo caótico que nos estaba sosteniendo no iba a empeorar por ello.
Me costó no ponerme delante del ordenador, un impulso nuevo me decía que escribiera y mi mente se recreaba, para mi pesar, en la figura de Cristóbal. Vegeté ese día con ganas de que llegara la noche, tenía ganas de charlar con el vecino, bueno, tenía ganas de escucharlo. 
En esas andaba cuando sobre las 21,30 sonó el timbre. ¿Quién podía ser? faltaba poco para la cita del balcón, así que mis "cariñosos" vecinos no serían. Con curiosidad miré por la mirilla y me encontré con la policía. Si, la policía, en femenino, pues allí fuera esperaba una mujer con el uniforme de la policía nacional.
Me inquietó bastante, vamos, que me acojoné. Abrí sintiéndome un delincuente sin tener motivo alguno.
Me encontré con una mujer muy alta, metro ochenta calculé, alta y grande, ancha, delgada no era. Ni le pregunté nada, pasmado la miraba sin reaccionar cuando ella lo solucionó preguntando:
-¿Adrián Fontes?
-Si.
-Perdone pero necesito que me permita el acceso a su domicilio.
Mi asombro aumentaba y con un gesto le indiqué que pasara.
-Perdona por la forma de hablar, deformación profesional, soy Pino, tu vecina.
-¿Pino? ¿mi vecina?
-Si hombre, la madre de Adrián y la hija de Cristóbal.
Viendo que me tuteaba bajé la guardia, pensé que de momento no había venido a detenerme.
-Mira, es que te quiero pedir un favor, mi padre está pasando una racha muy mala, se le han muerto varios amigos por la maldita pandemia, no puede salir, le controlo el tema del tabaco -aunque me hago la loca cuando se echa algún cigarro-, encima tiene que estar todo el día con mi hijo, que como buen adolescente saca de quicio a cualquiera por mucha paciencia que tenga. Y dentro de unos días es su cumpleaños.
-¿De tu padre o tu hijo?
-De mi padre, y claro, no se puede salir a celebrar nada. Como todo está cerrado había pensado comprar por internet algunos libros y un ajedrez, que perdimos un caballo, bueno, lo tiró a la calle un día que mi hijo le ganó y no lo recuperamos. Se ve que el caballo harto se perdió al galope, jajaja.
Aquella inesperada risa me desarmó, sonó cristalina, no le pegaba a aquella mujer tan grande y embobado la seguí escuchando.
-Y claro, que si lo pido a mi dirección no va a tener sorpresa, que con mis turnos si llega el pedido y no estoy en casa sé que lo iba a abrir, él es así. Por eso te quería pedir si no te supone mucha molestia que ponga tu dirección.
-Si claro, no hay problema.
-¿Y te importaría aconsejarme con la lectura?
-No sé qué género le gusta a tu padre.
-Es un buen lector, de hecho tu novela le encantó, aunque no esperes que te lo reconozca. También te quería pedir que el día de su cumple estés como invitado, aunque sea de balcón a balcón, que no está la cosa para juntarnos. Había pensado en una tarta y algo para picar, hacer algo que lo saque de esta rutina impuesta que lo está matando.
-A ver, no sé si le parecerá bien que yo asista a esa celebración, he hablado un par de veces con él y me desconcierta, no sé si le caigo bien o mal....
-No no, para nada, si está todo el día presumiendo que se está haciendo amigo del escritor.... Por teléfono lo he oído hablando con sus amigos y les dice que será el protagonista de tu próxima novela, jajaja.
De nuevo aquella risa que me erizó. No sé qué tenía aquella mujer, pero escucharla hablar y reírse me  turbaba.
-¿En serio?
-Si, ladra mucho pero no muerde. Siempre ha tenido un carácter de mil demonios, pero ahora por las condiciones que tenemos ha empeorado, por decirlo de alguna manera. Pero tiene un corazón de oro, es buena gente, aunque cueste cogerle el punto.
¿Entonces qué? ¿Puedo contar contigo?
-Por supuesto, le contesté pensando que me estaba metiendo en un berenjenal. Aquella familia era una caja de sorpresas. 
Antes de despedirse me escribió su correo electrónico para que le pasara una lista de libros que la guiaran en la compra.
Quedamos en que ya hablaríamos. Ya se iba cuando se fijó en las pinzas que su padre me había tirado y que no me había molestado en recoger.
-Anda mira, son iguales que las mías.
Me quedé solo de nuevo, pero algo había cambiado, aunque con uniforme y con mascarilla, su presencia pareció flotar en el ambiente. Solo había podido estudiar sus ojos, me moría por ganas de verle la cara a aquella mujer. Perderme en sus expresiones prometía. Me preguntaba como sería verla reír sin nada que ocultara sus facciones. Como se frunciría su boca desconocida, como serían sus labios....
Y me dije que tenía que parar con tantos interrogantes. 
No sé qué me estaba pasando pero aquellos vecinos estaban irrumpiendo en mi cabeza como un elefante en una cacharrería.

Continuará.

 

7 comentarios:

  1. Uhmmmm aquí hay temita, a ver qué pasa en pasa con esta familia peculiar, intrigada me tienen..Besos amiga 😘😘😘

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  2. Que pasa con esta familia quería poner...😉😉

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  3. No te preocupes, se entendía lo que querías decir.
    Me gusta saber que me acompañas cada semana, un beso enorme amiga.

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  4. Hola Hermanita! Mira por donde Adrian se apellida Fontes, jjj.
    Por fín conoció a Pino, que por cierto es poli. Bueno, hermanita, cuídate mucho. Besos y abrazos Grandes

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  5. Bonito apellido, verdad?
    Un abrazo hermano.

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  6. Hola Hermanita! Hermoso Apellido!
    un Abrazo Grande Hermana

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  7. Es un guiño de cariño a papá.
    Le hubiera gustado.

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