jueves, 11 de noviembre de 2021

El cartero. Capítulo VII.

 Esperaba ansioso que terminara el curso y volvieras a pasar el verano, pero los acontecimientos se precipitaron.
Regresaste mucho antes convertida en una triste sombra. Apenas te veía, casi no salías, intenté que Lali me contara el motivo de tus pesares pero no soltaba prenda....
Así estaban las cosas cuando llegó a mis manos una carta que te tenía que entregar, la mandaba Mario, el hombre que te había jodido la existencia. Se me juntó la rabia.... y de nuevo pequé.

Querida Cecilia:
Te escribo porque es imposible  contactar contigo, te niegas a responder a mis llamadas telefónicas y te debo una explicación que te haga comprender mi reacción al decirme que estabas embarazada.
Sé que hice mal al negarme a hablarte, a tener cualquier tipo de contacto contigo, pero me sentí engañado ante  una paternidad que yo sabía imposible.
Me casé muy joven sin estar enamorado, la que se convirtió en mi mujer quedó embarazada y bueno, eran otros tiempo, así que hice lo que se esperaba de mí sin quererla. Las cosas no funcionaron nunca y cuando le hablé de separación volvió a quedar embarazada, el mismo cuento se repitió con mi tercer hijo. Sospecho que utilizó la repetida paternidad para que no me fuera. Por eso y sin comunicárselo, me hice la vasectomía.
¿Entiendes por qué me enfadé cuándo me anunciaste tu embarazo? No quise que se repitiera la historia y más con la certeza de que esa vez el hijo no podía ser mío.
Sé que no he hecho bien las cosas contigo y el temor a perderte me ha hecho ver que te quiero. Si quieres volver conmigo pediré el divorcio.
Y lo de tu embarazo.... después de mis muchos errores comprendo que hayas tenido los tuyos.
También hice mal al ocultarte mi vasectomía, tú eres más joven y entiendo que en tus planes entre el de formar una familia, por eso no me importa no ser el padre biológico. Dame una oportunidad. 
Lo nuestro es de verdad, tendremos que luchar pero no me importa si es contigo.
Por favor, responde a esta carta. Si no lo haces pensaré que lo nuestro se ha acabado y te dejaré tranquila, pero por favor, piénsalo bien y deja que tu corazón hable, yo sé que tu me quieres.
Tuyo siempre, Mario.

Terminé de leer aquella carta y el primer impulso fue convertirla en trozos minúsculos, mis manos las trocearon a conciencia, se multiplicaron los pequeños trozos al igual que las preguntas que me confundían sin tregua.
Y de nuevo la sensación oscura de haber actuado mal al leer correspondencia que no me pertenecía, peor que la primera vez, pues había destrozado con rabia las palabras de aquel hombre que te hacía sufrir de aquella manera.
Tardé en reaccionar ante aquella información, obnubilado por las pretensiones de aquel sujeto. Si aquel hombre no te había dejado embarazada esperabas un hijo mío.
Ese mismo día me llamaste para quedar, cuando nos vimos yo todavía no sabía como debía actuar, pero tu petición fue como un mazazo que me ahuyentó la tontería.
Me pediste dinero para abortar y el mundo giró al revés. 
Si te contaba la verdad me ibas a odiar: que sí había pasado "algo" aquella noche, que yo era el padre,  que lo sabía porque había violado una correspondencia que no me pertenecía y encima la había destruido. No, no, demasiadas cosas por confesarte. No ibas a dejar que te ayudara cuando más lo necesitabas.
Te rogué que no lo hicieras, que conociéndote te ibas a arrepentir y tendrías que cargar con ese peso de por vida, hasta te propuse matrimonio, yo me ocuparía de todo y tú podrías continuar con tus estudios y tu vida.....
Pero la decisión final estaba en tus manos y pasara lo que pasara no me quedaría más remedio que aceptarla.

Continuará.




2 comentarios:

  1. Que interesante se pone la historia, que pasará, confesará que ha leído la carta, decidirá ella casarse con él? Ansiosa por conocer las respuestas. Besotes

    ResponderEliminar
  2. Ya falta poquito para el desenlace, qué pasará?
    Final feliz? Final infeliz???
    Un abrazo amiga.

    ResponderEliminar