A los pocos días me llamó Borja desde la comisaría. No se podía averiguar desde donde me enviaban los correos anónimos. Habló de direcciones IP, de servidores derivados a países extranjeros y qué se yo. No logré entender aquel enjambre informático, lo único que me quedó claro es que la persona autora de los mismos se estaba tomando muchas molestias para no ser ubicada.
Le prometí que si había alguna novedad sería el primero en enterarse, sin saber en ese momento que iba a ser más pronto que tarde.
Esa misma tarde recogí del buzón de mi casa un sobre negro a mi nombre. No sé si fue por el color del mismo o algún presentimiento, pero un escalofrío se me pegó a la piel con un mal presagio.
En su interior encontré un folio con el siguiente texto: "Mateo, te veo en breve en la Feria del Libro, espero que anuncies que escribirás el fin de esa trilogía inconclusa. Ya sabes, hay que terminar lo que se empieza. En caso contrario lo lamentarás. Por cierto, bonito jardín, muy apropiado para los juegos de tu nieta, pero ten cuidado, los niños suelen tener accidentes inesperados".
Tembloroso me tuve que sentar, pensar que esa persona había estado tan cerca de Mafalda me aterrorizó.
Llamé a Borja y quedamos en vernos en la comisaría. Luego concerté una cita con una empresa de seguridad para que me instalara cámaras y lo que fuera necesario.
Ya en la jefatura donde trabajaba mi amigo Borja, le entregué la carta como si estuviera tocando veneno.
-Mateo, pones la denuncia ya. Esto no me está gustando y a ver si la carta nos puede dar alguna pista, aunque me temo que se habrá tomado precauciones como con los correos. En principio esta letra irregular me hace pensar que está escrita por un diestro utilizando la mano izquierda para hacer irreconocible su letra.
Voy a hablar con el comisario para que me deje llevar tu caso, ya sabes, por implicación personal se supone que no debo, pero no sería la primera vez que se hace la vista gorda. Vete a tu casa, tómate una tila o lo que sea a ver si recuperas el color y luego me paso y hablamos con más tranquilidad.
¡Mierda mierda mierda!, me estaban amenazando con hacer daño a mi nieta, el jardín estaba protegido por muros, pero si sabían donde vivía, un muro no iba a suponer impedimento para entrar en mi casa si se lo proponían. ¡Mierda mierda mierda!
Cuando llegó más tarde Borja era incapaz de quitarme aquella idea de la cabeza, repitiendo como un mantra la misma palabra ¡mierda mierda mierda!
Borja al menos me comunicó una buena noticia, sería él el encargado de llevar mi caso.
-A ver Mateo, para llegar a "quién" primero debemos preguntarnos "por qué". Quizás así encontremos el origen de todo esto. Una cosa que me llama la atención es la frase que siempre está presente en las amenazas, eso de que hay que terminar lo que se empieza. ¿Te dice algo?
-Si claro, es un latiguillo que utilizo a menudo, una manía supongo. La he dicho siempre en la familia, en mis clases....
-Vale, hazme una lista con el nombre de todos tus alumnos.
¿Sabes de alguien que te quiera hacer daño?
-Que yo sepa no, sabes que llevo una vida tranquila sin meterme en la de los demás....
-Ya, pero eres un escritor de renombre, igual alguien del gremio que te tenga envidia, nunca se sabe. Aunque el hecho de que seas famoso complica el asunto. Cualquier chalado que te conozca por tus libros, o por aparecer en los medios podría estar detrás. Por desgracia cada vez se dan más casos de gente famosa que es acosada por algún pirado. No te quiero asustar, pero algunos llegan a ser peligrosos. Y por último, hay que pensar también en tu ámbito más personal. Tú sabes porque te has documentado para tus thrillers que muchas veces "el asesino" está en la propia familia.
-Coño Borja tu conoces a mi familia, ¿cómo voy a pensar eso?
-Por lo que sé tu editora forma parte de tu círculo íntimo, ¿y si no le viniera bien que abandones la relación laboral con ella?
-Qué no, que Pepona jamás me haría eso, pongo la mano en el fuego.
-Bueno, mañana nos vemos y me entregas la lista de tus alumnos y si se te ocurre alguien más que deba figurar en ella. A ver si hay suerte y en el laboratorio pueden encontrar algo en la carta.
Me odié por atreverme a pensarlo, pero la semilla de la duda ya estaba plantada. ¿Y si Pepona en su papel de editora no aceptaba mi renuncia?
Continuará.
Uf esto se pone muy interesante!!! Yo también creo que es alguien cercano a él y su familia...aunque me faltan pistas para saber quién. Que nervios!!! Un fuerte abrazo amiga 😘😘
ResponderEliminarSolo por como vives mis historias vale la pena seguir escribiendo.
ResponderEliminarGracias como siempre amiga.