Diario de un aislamiento. Semana 2.

Sábado 21 Marzo.
Ya pasó la primera semana y está  claro que serán más de lo que se nos dijo en un principio.
Sigo teniendo la casa con ropa por todas partes, me pone nerviosa.
Estoy haciendo una mascarilla de ganchillo, no sé si servirá (igual es un disparate) pero si no lo intento no sabré,  si pudiera hacer algo útil para los demás, el encierro sería más llevadero.
No sé si son cosas mías pero cuando me levanto por la mañana oigo más el canto de los pájaros.
¿Será la primavera?

Domingo 22.
Pues si, fue un disparate la mascarilla de ganchillo, que da un calor que te mueres....,aunque mientras la hice estuve entretenida.
En los momentos en que "sufro" el encierro, pienso en las personas que verdaderamente lo están pasando mal y no puedo menos que ver lo afortunada que soy, estamos bien y en casa, ya darían muchos lo que fuera por poder decir lo mismo y luego me viene el efecto rebote, por decirlo de alguna manera, que me siento mal cuando veo la suerte que tengo pensando en los que no la tienen.
Alguien me podría decir donde está el punto medio?
En cualquier caso intento mantenerme optimista con la esperanza de "contagiar" a mi marido y a mi hijo, que es normal que estemos asustados. 💪
Un abrazo a mi sobrino Yeray , que se encuentra en Madrid pasando solito el encierro.😘.

Lunes 23.
Llueve y hace viento.
Mi ánimo está también ventoso y lo dejo estar,  racionalizarlo todo  para que no me supere la situación tampoco será  bueno.
 En algún momento tenía  que dejar fluir esta desazón. Sé que pasará.
Ayer aprovechando un momento de sol me asomé a la ventana y estuve mirando el mar, se ve lejos, pero siempre está.
Había un barco, qué historias llevará dentro? Yo y mi dichosa curiosidad.
Mi orquídea (no tiene flores ahora) me sorprende con una hoja que está naciendo, le doy la bienvenida.

Martes 24.
Semana difícil según nos informan.
Duele saber de tantas personas mayores enfermas en hospitales  que no pueden tomar la mano de su familia. Y cuando fallecen que sus hijos casi ni los puedan despedir.
Mis padres no están  desde hace años y pienso que afortunadamente no han tenido que hacer frente a esta  situación, nunca creí que pudiera tener este pensamiento.
Sacudo la cabeza y vuelvo narrar mi rutina, ya cada uno tiene sus propios pensamientos oscuros.
Ayer por la tarde jugué al ajedrez con mi hijo, me tuvo que recordar hasta la posición en el tablero y se hizo el milagro, de dos partidas gané dosssss!!!!!! Yujuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!
Esta mañana las  horas han pasado con el trabajo doméstico, luego mis 40 minutos en la cinta de caminar (qué suerte tenerla en casa!), una buena ducha y a la sala de torturas, o sea a la cocina.
Después del almuerzo un rato de sofaning,  veo repeticiones de Saber y Ganar porque no están poniendo programación nueva.
Y la tarde transcurrirá como en días anteriores, juegos de mesa, algo de Netflix mientras ganchilleo y para terminar el día lectura.
Antes cuando dije que había ganado al ajedrez mentí, me ganó mi hijo, como era de esperar, que me costó concentrarme lo que no está escrito. Hago la broma porque mi imagino la cara de mi hijo cuando lea que yo gané, jajajajaja.

Miércoles 25.
Me pregunto si tendré algo nuevo que contar cada día,  aunque en estas circunstancias que no hayan noticias no es malo.
Creo que en general ya hemos interiorizado el quedarnos en casa,  que pasamos a otra etapa y excepto algun@s egoistas descerebrad@s (al parecer para eso no hay cura) observo que ya no pensamos en triquiñuelas para salir.
¿Será el miedo qué nos hace ser más prudentes?
Ayer le gané una partida de ajedrez a mi hijo 💃💃💃, aunque él diga que me dejó ganar.
Empecé a ver en Netflix una serie llamada "Freud", tiene buena pinta.

Jueves 26.
Sin novedad en el frente.
Ayer perdí al ajedrez y a palabras cruzadas 😕.

Viernes 27.
Madre Tierra enfermó.
Desde los balcones manos como alas alientan a l@s valientes que le ven la cara a la muerte estos llorosos días.
Los mayores que se fueron, habitan minúsculos planetas cual Principitos , insuflando el aire que ya no necesitan para expandir la esperanza.
Energía sanadora, gestos altruistas generadores de amor.
Y amarte, madre Tierra, te salvará, nos salvará.

Ya vamos por dos semanas, a por la próxima con fuerza y buen ánimo.
Gracias por acompañarme.