Diario de un aislamiento.

Sábado 14 de Marzo.
Estamos viviendo una situación desconocida  que nos conduce al miedo y que se propaga más que el dichoso virus.
Dicho esto procuraré ir llenando mi tiempo de "estar en casa" con este diario, a ratos claro, que el día tiene muchas horas.
En vista de que durante las siguientes dos semanas las salidas que probablemente haga, serán para ir al súper (a comprar lo justo) , me he atrevido hoy a ponerme un tinte con un color diferente al que suelo usar, es caoba y mi deseo era que se quedara oscurito, pero se quedó bastante claro. No me gusta.
Creo que volveré a mi malva oscuro.
Lo positivo es que no podré exponer mi nuevo color de pelo en la calle. 😏
Acabo de ver un vídeo que me pasaron por whatsapp , en Italia desde diferentes balcones (incluso se ve que desde diversos bloques), varias personas seguían con panderetas a un señor que tocaba el acordeón. Me ha conmovido.

Y es que el ser humano en situaciones difíciles saca lo peor de sí mismo pero también lo mejor.

Domingo 15.
Se echa de menos el paseo matutino de los domingos y desayunar fuera, así que me quedo en la cama leyendo hasta hartarme.
Mi salida de hoy ha consistido en sacar la basura, no hay nadie en la calle y me produce tristeza no ver a los niños jugando.
Se rompe la secadora y no tengo donde tender la ropa, pero no me permito "cabrearme" con la situación que estamos viviendo, bueno, un poco si, pero se me pasa cuando recuerdo que el pasado lunes tuvimos que comprar un termo, si hubiera sido al revés ahora no tendría posibilidad de comprar uno nuevo y prefiero tener la casa en plan mercadillo (ropa colgado por todas partes) a tener que bañarnos con agua fría.
Parece que el seguro lo cubre y que no han suspendido las visitas a domicilio para reparaciones.

Mi agradecimiento a todas las personas que tienen que trabajar para sacarnos las castañas del fuego.
Son muchos gremios los que están al pie del cañón, sanitarios (Jacke, Ogadenia cuídense mucho), limpiadoras, gasolineras, comercios de alimentación, farmacias.....

Lunes 16.
Hoy  vino el técnico a ver la secadora, con guantes y mascarilla.
Esta situación parece que no es real, que  despertaremos de esta pesadilla en algún momento, pero se impone la realidad y cuando no la puedes cambiar hay que aceptar.
La secadora tiene el motor "jodío", pero los distribuidores del material no están trabajando por la situación de alerta, así que a ver como me apaño.

Martes 17.
Por aburrimiento me hago unas roscas, por más aburrimiento antes de comerlas miro que formas tienen y no sé que pasa que casi todas son redondas con corpúsculos pequeños, ahhhhhhhhhh se parecen al coronavirus 😖😖😖😖😖.

Miércoles 18.
Ayer desempolvé los juegos de mesa y por la tarde mi hijo y yo jugamos a "palabras cruzadas"; ganó él,  normal si a mí mayoritariamente me tocaron vocales.
Pasamos un buen rato, años que no compartíamos así el tiempo.
Hoy he ido al súper y salí a la calle con complejo de delincuente.
Desde ayer tengo la ropa lavada en un tendedero que me dejó mi buena vecina Arcadia y aún anda mojada.

Jueves 19.
Por salud  mental he decidido que solo veré un informativo al día.
Buscando en Netflix veo títulos como: Pandemiun, Virus...En serio a alguien se le apetece ver esas pelis?
Ayer volvimos a los juegos de mesa y vuelvo a perder 😕.
Hoy es el día del padre y santo tanto de mi marido como mío, de nuevo Arcadia me saca del apuro con una tableta de chocolate para fundir. Tengo galletas y natas, así que haré una tarta, que las penas con pan son menos (o algo parecido que dice el refrán).

Viernes 20.
Ayer tarde noche oí la canción de "hola don Pepito hola don José" a todo volumen, pensé que a la vecina le estaba afectando ya el confinamiento, pero cuando escuché más jaleo en la calle salí y estaban muchos vecinos en las balcones, que Arcadia, mi vecina, en la entrada de su casa estaba poniendo música y animando.
Qué lástima que no nos podamos abrazar, Arcadia te debo un abrazo bien grande ( oye, que estás siendo protagonista en mi vida esta semana, graciassssss!!!)
Acabo de llegar de la farmacia y casi entrando en mi casa me paró la guardia civil, les enseñé la bolsa con la medicación y me preguntaron si vivía ahí.
No sé porqué pero me hizo gracia.

Como el ordenador donde escribo está en la habitación de mi hijo y ahora tiene que estar en casa, tengo más complicado hacer entradas largas para este blog, que no me inspiro mucho teniéndolo preguntando "te falta mucho", así que seguiré con este diario, que son unas pocas líneas cada día  y me quito el mono.
Como ahora tenemos más tiempo, te invito si quieres a desahogarte o lo que sea en mi correo electrónico, que aparece arriba a la derecha, es buen momento para recuperar las escrituras que antaño practicábamos.

Hasta la semana próxima, tranquilidad y buenos alimentos 😏.

Pepa Fontes.