Ayer te enterramos y hoy te quiero dedicar estar palabras.
No llegan tarde porque me ayudarán a sanar viejas heridas y en el fondo sé que tú lo entenderías.
Al ser los hermanos más próximo en edades fuimos uña y carne.
Pero el camino que elegiste me causó tanto dolor, que por pura supervivencia emocional te saqué de mi vida.
No me corresponde juzgarte, una va aprendiendo con los años. Los mismos años que me costaron perdonar.
Pero el perdón llegó y espero que eso te alegrara en su día.
Aun así no retomamos el contacto, no supimos o no quisimos abrir la puerta que se cerró tiempo atrás.
En mi defensa diré que me dejé llevar por lo que el corazón me dictó.
Te deseo que vayas a la luz, que estés en paz.
Por mis creencias pienso que las personas no vivimos solo esta vida, que nuestra energía se vuelve a encarnar sucesivamente y volvemos a coincidir en el camino.
Nos volveremos a encontrar.
Un abrazo y mil besos a mis sobrinos Borja y Carla, los que el jodío coronavirus nos robó ayer, pero no pasa nada, los besos que llevamos dentro no caducan.
Hola hermana! Hola hermano! Hermano, te fuiste muy pronto de nuestras vidas. Ahora estás con Papá, con Mamá y con nuestra hermana Mary. Ya sólo quedamos Pepi y yo. Espero que tú desde el cielo nos protejas y que podamos durar mucho tiempo, hasta que nos reunidamos con ustedes. Cuida de Papá, de Mamá y de Mary y como te he dicho antes vela por Pepi y por mí. Hasta siempre, Hermano querido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Juanfra.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Pepi, un fuerte abrazo Diego
EliminarUn fuerte abrazo Pepi, un fuerte abrazo Diego
Eliminar