jueves, 30 de junio de 2022

La contadora de historias. Capítulo XIV.

 Todo eran parabienes en la vida de Espe.
Su relación con Ousman era firme, seguía contando con el incondicional Javier y en el trabajo crecía como locutora.
Cuando los fantasmas del pasado parecían que le daban por fin una tregua, pasó algo que los volvió a despertar.
Ousman le dijo emocionado que había algo que le había ocultado por no crearle falsas ilusiones, pero que había llegado el momento de contarle las buenas noticias.
Hacía un tiempo que había contactado con oftalmólogos que estaban llevando a cabo una novedosa técnica con invidentes. A través de un implante inalámbrico algunos ciegos podían recuperar la visión.
Le habían comunicado que él cumplía todos los requisitos para que la intervención fuera positiva. Solo quedaban pendientes una pruebas y se sometería al novedoso tratamiento.
Le dijo a Espe que tendría que viajar a Barcelona, donde se realizaban esas intervenciones y permanecer al menos un mes.
Espe se alegró por él, pero un runrún incómodo saboteó su confianza.
Ousman le dijo que su madre iría con él, pero que le encantaría que ella también lo pudiera acompañar, ser la primera persona que sus ojos vieran. Espe se excusó diciendo que un mes era demasiado tiempo para ausentarse del trabajo y él lo entendió.
Faltaban dos meses para la intervención, tiempo más que suficiente para que Espe retrocediera a su infelicidad anterior.

Una pregunta la taladraba ¿y si Ousman recuperaba la visión y se decepcionaba al verla? 
Intentó cada día centrarse en lo bueno: lo positivo que sería para Ousman, pensar que él la quería de verdad, por su interior, que no le daría importancia a su físico..... Para la pregunta fue horadando su mente como una gota de agua que cae sin cesar y termina por desquiciar al más templado.

Llegó el momento de la partida de Ousman. Antes de la operación tendría que estar varios días con la preparación y hablaba con Espe por teléfono a diario.
Le contaba de sus nervios y que tenía el presentimiento de que todo iba a salir bien.
Ella lo animaba de corazón, al mismo tiempo que un sombra oscura le temblaba en el alma.
Por más que se esforzaba era incapaz de pensar en positivo, los viejos fantasmas resucitaron para recordarle que habían estado dormidos, pero que seguían habitándola.
"Cuando me vea se va a espantar, me va a dejar, o quizás por pena siga conmigo hasta que reúna el valor de seguir su vida sin mí".
Ese sinvivir la torturó durante el tiempo que Ousman estuvo fuera. 
Llegó el día de la operación y Espe supo que todo había salido bien cuando recibió una vídeo-llamada de él que fue incapaz de contestar.

Efectivamente Ousman recuperó la visión. Se alegró por él, pero al mismo tiempo entró en un bucle que la saboteó interiormente hasta que se dijo que no podía seguir así, que terminaría por enloquecer y tenía que ponerse a salvo. La única forma que encontró de salir de aquel bucle fue cortar por Ousman.
Por teléfono le mintió, diciéndole que en el mes que habían estado separados se había dado cuenta de que no lo quería, que mejor sería separar sus caminos.
Ousman intentó verla y hablar cara a cara, pero ella se negó. La estuvo telefoneando intentando entender aquel final que no comprendía. Mil veces le dijo que la quería, que la necesitaba, pero Espe se fabricó un pelaje impermeable a las palabras de Ousman para que no pudieran traspasarla y sencillamente, lo sacó de su vida.
Sólo Javier intuyó la realidad de su amiga, intentando ayudarla de mil maneras sin resultados. No le contó por miedo a perderla que seguía en contacto con Ousman. 

Espe se fue arrastrando por la vida, anclada solo por el trabajo que era lo único que la hacía levantar cada mañana.
Iba por la calle tan ensimismada en su dolor, que nunca vio como un hombre negro, guapo y acompañado de un perro que ya no necesitaba de guía, la vigilaba a los lejos con unos ojos nuevos nublados de tristeza.

Continuará.

2 comentarios:

  1. Que pena que no sea capaz de enfrentar sus miedos. Espero que tenga un final feliz y que entienda que la belleza siempre, siempre está en el interior y en los ojos del que mira. Gracias por tus relatos que me acompañan y que espero ansiosa cada jueves . Abrazos amiga

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  2. La respuesta el jueves próximo amiga.
    Gracias por estar ahí.

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