Esta mañana en el trabajo Rafa estaba entusiasmado con la música que le pasé, quiere oír todos los discos de Silvio y Mercedes Sosa y me entregó otro pendrive, ya se los grabaré.
Dice que no le extraña que me gustara esa música de joven, que me pega y que si ahora con mi edad sigo siendo a mi manera revolucionaria, se puede imaginar como sería de joven. Por hacer un chiste le pregunté ¿me estás llamando vieja? y contestó que le hubiera gustado nacer 20 años antes para no dejarme escapar.
¿Cómoooooo? ¿Me está tirando los tejos o mi imaginación está haciendo de las suyas?
Sea como sea le doy una colleja y lo mando a trabajar, que para algo soy su jefa.
En el desayuno he estado whasappeando con las niñas, mis amigas.
De siempre he tenido la suerte de ir haciendo amistades, pero las niñas son las amigas de la niñez y por fortuna siguen formando parte de mi vida.
Todas tenemos año arriba año abajo la misma edad, sexagenarias, pero sigo diciendo las niñas.
¡¡¡Sexagenarias!!!, ¿cuándo y cómo pasó eso?
Se me acumulan temas que quiero tratar en esta especie de diario, el paso del tiempo, mi relación con Manuel y Pedro.... Pero mejor dejar que las cosas fluyan y si quieren salir lo irán haciendo.
De momento me voy a centrar en que he quedado con las niñas esta tarde en mi casa para oír los vinilos.
Si me apuro hasta me da tiempo de hacer un queque, me quedan buenos, la verdad, pero con lo cara que está la luz encender el horno es un atentado.
Excusas me digo, no se me apetece hacer el queque y ya está. Tengo que hacer la compra y ya pillaré uno hecho.
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X llega esta noche de viaje, tengo ganas de verlo pero el vuelo es tan tarde que voy a escribir un rato para ahuyentar el sueño.
Vinieron las niñas, solo pudieron Isabel, María y Mercedes. Es complicado vernos todas, pero bueno, lo pasamos bien.
Mercedes la pobre está con ciática, pero hizo el esfuerzo de venir y como siempre pasamos un buen rato. Con los discos nos pusimos lo justo de melancólicas, que como no nos vemos tanto como nos gustaría tenemos que aprovechar el tiempo para ponernos al día con nuestras cosas.
La confianza que tenemos es tan grande que sabemos que podemos confesarnos cualquier intimidad y que quedará entre nosotras. Les cuento lo que me ha dicho esta mañana Rafa en el trabajo a ver que opinan. Y claro, se cachondean de mí, no me esperaba menos.
Me dicen que igual no estaría mal a estas alturas ponerle los cuernos a X, la rebelión de las "sexigenarias", pero respondo que si con X se me acalambra a veces una pierna, si lo hago con uno de 40 años como poco me fastidio una cadera.
Bromas aparte todas están de acuerdo en que Rafa me tiró los tejos. Como dijo María: "Ese huevo quiere sal".
Lo bueno de estar con las niñas, es que a pesar de los hachazos que nos da la vida, sea la circunstancia que sea, siempre nos reímos cuando estamos juntas. Oro puro.
Uf, las horas no quieren pasar y se me cierran los ojos, espero que el vuelo de X no se haya retrasado.
Por trabajo tiene que viajar y estar fuera una semana mensualmente.
Yo sé que cada vez se le hace más pesado, pero a mí esa semana sola al mes me sabe a gloria. Algo egoísta esta reflexión, pero es lo que hay. 7 días durmiendo a pata suelta, si no tengo ganas de cocinar me pillo cualquier cosa.... que últimamente se está volviendo muy quisquilloso con el tema de la alimentación. Le salió un pizco de colesterol y está medio paranoico con el asunto de la salud....
En fin, quizás me queje de vicio y él tenga razón. Pero el gusto que me doy la semanita que le toca estar fuera se queda para mí.
Me acaba de enviar un whatsapp, que está en casa en 10 minutos. Vale, voy a preparar el disco de Roberto Carlos para que desde que entre se encuentre con "el gato triste y azul".
Continuará.
Lo más que me gusta de este relato es que consigue llevarme años atrás y recordar cosas dormidas, a veces alegres y otras no tanto pero que han sido parte importante de mi vida y de la nuestra y que en cierto modo nos ha hecho ser como hoy somos. Gracias por este regalo 😘😘😘😘
ResponderEliminarGracias a ti por estar. Sin ojos que me leyeran esta pasión por la escritura seguiría siendo pasión, pero más pobre.
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