La señora de la limpieza. Capítulo XIII y último.

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Lamentamos informar que se confirma la identidad de las fallecidas en el accidente automovilístico de ayer. En el vehículo viajaban la hija del ministro de exteriores junto a su cuidadora. Ambas fallecidas quedando calcinadas por la explosión producida por el brutal impacto. 

Desde aquí damos el pésame a la familia por la terrible pérdida.

Dos años después.

Querida Janaina, perdona, no me acostumbro a llamarte por otro nombre.

Han pasado dos largos años y te agradezco que me mandes puntualmente  fotos de la niña que sigo queriendo como la hija que es. Qué grande y bonita está.

No te voy a engañar, te odié cuando dijiste que había que alejar a Eva de Mercedes y aunque me pareció una locura tenías razón. Con dinero y los contactos oportunos se pudo fingir el accidente y todo lo que vino después. 

El tiempo te dio la razón en cuanto a Mercedes, la pobre terminó por perder el poco juicio que le quedaba cuando nació nuestro hijo Mateo. Aunque yo sabía que no estaba bien, no terminaba de creerme que fuera un peligro para nadie. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Tuve que encontrarla intentando ahogar al recién nacido para abrir los ojos. Fue duro ingresarla, tú sabes como he querido yo a esa mujer, pero no quedó otra alternativa.

Cuando le dieron el alta y regresó a casa, todavía me agarraba a un clavo ardiendo pensando que podíamos ser una familia. Mis sueños se hicieron añicos cuando la encontré ahogada en nuestra propia bañera. Luego supe que no sufrió, simplemente se quedó dormida por la caja de pastillas que tomó y se dejó ir bajo el agua.

Es curioso lo del agua, primero que dejara que Eva cayera en la piscina, luego el intento de ahogamiento de Mateo, cerrando el círculo con su propio suicidio en una bañera. 

L@s psicólog@s me dijeron (ignorando por supuesto lo de Eva) que Mercedes eligió el agua porque se sentía sucia. Y que no servía de nada torturarme pensando que lo podía haber evitado. Cuando una persona decide acabar con su vida, no hay control que le impida llevarlo a cabo.

Y han tenido que pasar todas estas desgracias para darme cuenta de lo valiente que has sido, cambiando de identidad y viviendo en ese país tan grande y lejano, empezando de cero para proteger a una niña que ni siquiera te toca nada como familia. Bastó con que te tocara el corazón.

A mí lo vivido en los últimos dos años me ha cambiado. Dejó de interesarme el mundo y abandoné la política. A nadie le extrañó, pensando en las pérdidas que tuve que afrontar...

Gracias al dinero de Mercedes nunca tendré que preocuparme por el tema económico, pero no le encuentro sentido a mi existencia, solo Mateo me empuja a seguir viviendo.

No quiero terminar como Mercedes, no le puedo hacer eso al niño. Por eso te cuento todo esto, necesito cambiar de vida para poder seguir viviendo sin que las pérdidas me arrastren.

Llevo tiempo dándole vueltas y realmente no tengo nada que me ate a este lugar. Podría vender la casa y hacer lo mismo que tú, comenzar de nuevo. 

Nada me haría más feliz que hacerlo con mis dos hijos, dejar atrás todo esto y mudarme contigo, ser una familia.

Podría comprar una finca o construirla, el dinero no es problema, rodearme de árboles y de animales.

Igual te parece una locura. Solo quiero que mis dos hijos crezcan juntos como hermanos y protegidos.  Tú podrías montar tu propio gabinete de psicología y en cuanto a nosotros, no te voy a pedir nada. A pesar de todo siempre nos llevamos bien, podríamos formar un buen equipo.

Perdona Janaina, te parecerá que yo también he perdido el juicio y no quiero incomodarte, todo esto es un disparate. 

Me tendré que conformar con saber que Eva crece segura a tu lado. Por favor, no dejes de mandarme fotos. Y cuando pregunte por su padre.... dile que siempre la quiso.

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Querido Ernesto, estoy segura de que a Mateo le encantarán los canguros y estoy deseando conocerlo. 

Vete pensando en un nuevo nombre, no te preocupes, te acostumbrarás con el tiempo.

Fin.