jueves, 12 de mayo de 2022

La contadora de historias. Capítulo VII.

 Al día siguiente Espe seguía en una nube y no le sorprendió la llamada de Javier. Quedaron en verse en casa del amigo y supuso que éste esperaba que le contara con detalle lo sucedido la noche anterior. 
No conseguía que desapareciera la sonrisa que se le había instalado en la cara, pero al ver la de Javier al abrirle la puerta se le esfumó. Algo iba mal.
-Espe, mi niña, ha pasado algo y antes de que te enteres por otro lado será mejor que te lo cuente yo.
-Javier, me estás asustando, ¿qué pasa?
-Alfredo me pasó algo para avisarme, es con respecto a Jorge, que aunque son primos Alfredo tiene dos dedos de frente y sabe lo que va a pasar.
-¿Qué va a pasar? Me estás poniendo nerviosa de verdad y no sé que tiene que ver Jorge....
-Mira, mejor escucha esto y luego hablamos.
Jamás hubiera esperado tener que enfrentarse a aquellos audios de Whatsapp. Escuchó la voz de Jorge dirigiéndose en plural a quién sabe quién:
"Eh tíos, ahí va la prueba de que gané la apuesta. Me tiré a la más fea de la fiesta, no me resultó difícil encontrarla, es fea de cojones y... bingo, encima virgen, jajaja. Aquí les mando el audio que grabé, vídeo no pude porque me pidió que apagara la luz y hubiera cantado mucho la cámara grabando, pero me hizo un favor, así no le veía la cara, jajaja. Así que ya saben: esta semana no pago ni una copa, a apoquinar toca y pienso beberme hasta el agua de los floreros, vayan preparando las carteras".
A continuación Espe tuvo que escuchar su propia voz en otro audio, diciéndole al tipo que apagara la luz y confesando que era virgen. Entendió entonces los ruidos exagerados de éste durante el encuentro sexual.
Nunca hubiera imaginado que el alma tuviera peso, consistencia física. Lo descubrió al sentir como la suya se hacía añicos, al tiempo que una grieta helada la atravesaba por dentro.
-Javier, ¿qué es esto?
-Lo siento Espe, pero el tal Jorge es un hijo de puta, se te acercó por una mierda de apuesta. Lo pasó a su grupo de amigos por Whatsapp, pero se ve que son tan cabrones como él y lo han compartido. Se ha hecho viral. Alfredo me avisó para que no te coja por sorpresa.
Lloró humillada, con rabia, con vergüenza.
Javier la abrazó, le facilitó pañuelos de papel, le preparó una tila, esperando que su amiga se calmara.
Espe notó como sus gafas se empañaban por la humedad que parecía no tener fin y las lanzó con furia contra el suelo.
Qué ilusa había sido al creer que unas gafas sin graduar, junto a unos pocos cambios físicos hicieran desaparecer  su fealdad. Con esos pensamientos miró los cristales rotos de sus lentes y se fijó en uno pequeño, tenía forma de lágrima y aprovechando que Javier había ido a buscar el cepillo para barrer su estropicio se lo guardó.
-Espe, siento en el alma lo que te ha sucedido, pero no te puedes quedar de brazos cruzados. Seguro que no es la primera vez que ese cabrón actúa así y lo seguirá haciendo si no haces nada por evitarlo.
Tienes que denunciarlo, no es legal que te graben sin autorización y que luego lo difunda y más con algo tan íntimo.
-¿Qué quieres qué haga, qué vaya a la policía para que piense que además de fea soy tonta? Además, el sexo fue consentido. No soportaría más humillaciones.
-No Espe, lo que hizo es ilegal y ni se te ocurra culpabilizarte, el malo de esta película se llama Jorge y la víctima eres tú, no lo olvides.
-Necesito pensarlo con calma, caminar me vendrá bien. Ya te diré lo que decida; gracias por estar conmigo en estos momentos, pero ahora necesito estar sola.
Salió Espe y vagando por la calle se detuvo ante una joyería. Entró como si otra persona le dictara lo que tenía que hacer, entregó el pedazo de cristal con forma de lágrima pidiendo que lo pulieran y lo engarzaran como colgante.
Estuvo caminando sin rumbo las dos horas que le dijeron que tardaría el colgante en estar preparado. Rumiaba el consejo de su amigo, algo tendría que hacer, pero no denunciaría a Jorge. No al menos en una comisaría.
Fue a buscar el colgante, compró una cadena de plata y se lo colgó al cuello.
Aquella lágrima de cristal le recordaría la vejación sufrida y mientras la tocaba se dijo que no permitiría que nadie la volviera a utilizar humillándola de aquella manera.
Ningún hombre volvería a romperla en pedazos. 
Consciente del precio de aquella decisión, se juró que aún esperándola la soledad, la cumpliría.

Continuará.
 



2 comentarios:

  1. Como se vengará ella de esa humillación? Lo hará aprovechando su don? Esperando el siguiente capítulo. Un abrazo fuerte amiga 😘😘

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  2. Está tocada y hundida, a ver por dónde sale.
    Un beso amiga.

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