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Antonia.
Parece que todo sigue igual después de la segunda visita de don Cristóbal a mi cuarto. El y mi Celia siguen como si nada hubiera pasado. Mejor para mí, que bastante tengo con el potaje que hierve en mi cabeza, si ya pensaba que algo malo me pasa al querer a mi Celia de esa manera... cuando recuerdo la noche con su marido algo en las entrañas se me revuelve.
¿Qué me está pasando? ¿Soy un monstruo? Para colmo cuando él fuma sus puros, no puedo evitar que me encienda por dentro recordando su cuerpo sobre el mío.
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Hoy con el tiempo fresquito se me apetecía un caldito de cilantro, pero fue olerlo y sentir una fatiguita tan grande que tuve que salir corriendo al baño; por el pasillo me llegó el olor a puro de don Cristóbal y de repente me encontré mejor.
O no estoy buena de la cabeza o estoy preñada.
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Como ya me barruntaba estoy embarazada.
Primero se lo dije a mi Celia que está loquita de contenta y ella se encargó de contárselo a su marido.
Acordamos que dentro de unas semanas nos mudados a la casa de Santa Brígida, con la excusa de que mi Celia está encinta y le conviene el aire del campo y el reposo. Y es que aunque me falta poquito para los tres meses, al ser tan menúa ya se me empieza a notar.
La idea es pasar todo el embarazo y parir allí, aunque Don Cristóbal por cosas de su trabajo tendrá que venir a la capital a diario.
El llevaba tiempo dándole la tabarra a mi Celia con que quería comprarse un coche. Yo todavía no he visto ninguno, apenas hay un par en la isla, pero a ella no le hace gracia, dice que es un peligro. Pero ahora don Cristóbal tiene la excusa perfecta, que ir y venir de Santa Brígida a Las Palmas es una tirá en carreta.
Hoy se volvió a hablar del coche y cuando don Cristóbal se fue le dije a mi Celia que no se lo niegue, que lo qué esté para él no hay quién se lo quite. Terminé de convencerla recordándole la cantidad de personas que conocimos y que han muerto debajo de un caballo o bajo las ruedas de una tartana.
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Desde que ellos saben de mi embarazo me tienen aburrida: que si no te subas a las escaleras, que si no estés cogiendo peso... y yo que soy culo de mal asiento me subo por las paredes. Pero por mi Celia hago lo que haga falta, aunque refunfuño que no estoy enferma. Paciencia, tendré que sacarla de donde no hay.
Don Cristóbal me recomienda algunos libros por tenerme entretenida, pero le recuerdo que prometió dejarme el libro que escribió. Es el borrador, pero la curiosidad me puede. ¿Qué habrá escrito ese hombre?
Por las noches en la cama pongo la mano sobre mi barriga y le hablo al niño, le digo que lo voy a querer, pero que sólo soy como un coche que lo transportará hasta la mejor madre que pueda tener, mi Celia.
La conozco bien y sé que ella tiene miedo, miedo a que yo me eche para atrás y no cumpla con lo prometido, pero mi palabra es ley y el niño no es mío, ella es la madre. Me lo repito día tras día, noche tras noche.
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Hace un par de días don Cristóbal me dejó el borrador de su libro y ya me lo leí. Es.... no sé ni expresarlo, sólo sé que cuando lo terminé se me pusieron los pelos de punta. Ese hombre sabe hacer magia con las palabras. Cuando se lo devolví le extrañó que lo hubiera terminado tan pronto y me preguntó qué me había parecido: "me supo a poco" -fue mi respuesta- "tómeselo como un piropo".
Últimamente solemos sentarnos con la fresca debajo de la jacaranda, los tres. Yo estoy cogiendo más confianza con don Cristóbal y me atreví a preguntarle si el niño puede salir con mi cojera. El me explica que no va a pasar porque lo mío se debe a la polio que padecí de niña, que no es genético. Cuando le pedí que me hablara en cristiano me lo explicó de forma que yo lo comprendiera.
Este hombre sabe de todo, y aunque siempre le he tenido celos por mi Celia, reconozco que me gusta estar con una persona de la que aprendo. Pero eso me lo callo, no se vaya a creer que por preñarme me tiene rendida a sus pies. Y otra cosa que nunca le diré, es que cuando huelo el humo de sus puros mi parte más íntima se desatina. No tengo remedio.
Continuará.
Fuerte regalo le va a hacer Antonia a Celia, espero no le pase factura, situación complicada la verdad... bueno amiga a imaginar que seguirá pasando 😘😘😘😘
ResponderEliminarCreo que el personaje de Antonia te gusta tanto como a mí.
ResponderEliminarFue un gustazo darle vida, a disfrutarlo.
Besos amiga.